Reseña histórica

• Por Adrián Olivieri

Desde la incorporación del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria a la Universidad de Buenos Aires para dar nacimiento a la entonces denominada Facultad de Agronomía y Veterinaria, el profesor fundador Dr. Marcelo Conti, creador de las cátedras de Mecánica e Hidráulica Agrícolas, solicitaba la creación de un pabellón con anfiteatro para la guarda y exposición de maquinaria con el objetivo de enriquecer la calidad de los cursos a su cargo y también abrir un espacio a la investigación en estas materias para lo cual solicitaba además un campo experimental contiguo al establecimiento para el ensayo de maquinaria e instalaciones hidráulicas. Hasta ese entonces las clases de Hidráulica, Mecánica Agrícola, Mecánica Especial y Dibujo se dictaban aleatoriamente en las aulas de los pocos locales con que contaba el predio de la flamante Facultad. Las clases prácticas de Mecánica Agrícola se realizaban mostrando las mismas maquinas que se utilizaban para los trabajos de campo en el predio de la facultad cuando estas estaban disponibles. También se hacían viajes al campo para los trabajos prácticos tanto de Maquinaria como de Hidráulica, los cuales eran costosos por carecer de logística propia y tener que solicitar a los ferrocarriles, por ese entonces en su mayoría privados de capitales ingleses algunos pases o descuentos para los alumnos. La mayoría de estos viajes se realizaban en los fines de semana y hasta en tiempo de receso vacacional por lo que los alumnos se quejaban bastante. A partir de la gran exposición del Centenario, el predio de la Sociedad Rural en Palermo mantuvo por un tiempo un museo de Maquinaria Agrícola que sirvió para que los alumnos de ese entonces pudieran ver un poco más de maquinaria sin viajar mucho.

En 1911, El entonces Decano Dr. Schatz sucesor del Dr. Arata, durante una sesión de consejo, expuso que estaba en negociaciones para adquirir dos pabellones y vitrinas provenientes del desmontaje de la mencionada exposición de Agricultura por el Centenario. También se tiene como antecedente en una carta oficial de Dr. Schatz al entonces Rector de la UBA Don Eufemio Uballes sobre las memorias de su gestión en 1912 en donde expone que con el remanente del presupuesto otorgado para la construcción del Internado (hoy Pabellón Uballes en honor al Rector que impulso su construcción) y parte de los fondos propios generados por la clínica que ya atendía a particulares en sus locales, se proponía entre otras cosas la construcción de un pabellón para la enseñanza de Mecánica Agrícola dotada de un aula y gran salón para guarda y exposición de maquinaria agrícola. Si bien no tenemos por el momento fecha fundacional del primitivo galpón de máquinas sabemos que hasta finales de 1912 no estaba construido y que para mediados de 1913 ya estaba en pie y operativo según muestra el Tratado de Mecánica Agrícola del Dr. Marcelo Conti editado a fines de ese año.

Luego de la anexión del Instituto a la Universidad de Buenos Aires, representó junto con el Dr. Pedro N. Arata a la Facultad de Agronomía y Veterinaria en el Congreso Científico Internacional Americano, donde ambos profesores dieron su voto a favor de la creación de un Instituto Experimental de Mecánica Agrícola. De este Pabellón, nacido como un modesto galpón de chapa, se conserva aún la estructura original de columnas y cabreadas.

En 1927 el Pabellón es ampliado y mejorado reemplazando sus paredes y frentes de chapa por mampostería. Un año más tarde, conmemorando el 25º aniversario de la creación del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria el Profesor fundador Dr. Marcelo Conti es condecorado con el diploma Doctor Honoris Causa, el mayor reconocimiento que extiende la UBA al mérito de sus profesores y científicos.

En 1936 con motivo de la reorganización de los institutos de investigación, el Instituto Experimental se transforma en Instituto de Mecánica e Hidráulica Agrícolas; y el Pabellón se extiende al doble de su longitud. La inauguración del nuevo Instituto es en 1938, siendo el Dr. Conti su primer Director.

Con el pasar de los años y por la necesidad de espacios para aulas el Museo y el Instituto fue perdiendo espacios. Primero su campo experimental cuando se ceden los terrenos al Club Comunicaciones, Luego la redistribución de Cátedras que se acentuó con la división de las facultades a principios de los años 70. Con un museo reducido y luego sin personal que lo mantuviera se fue perdiendo buena parte del material y quedando a merced de las inclemencias del tiempo.

En el año 2005 a poco de conmemorarse el primer centenario de la FAUBA, el Sr. Adrián Olivieri, quien había integrado la comisión de festejos por los 100 años de la institución presenta al entonces Decano Ing. Agr. Fernando Vilella un plan de restauraciones para poner en valor el material del olvidado Museo. Luego de la aprobación por parte del Ing. Agr. Mario César Tourn y de presentar ante el Consejo su primer trabajo que consistía en la restauración de una niveladora de 1895, el Consejo Directivo aprueba la dedicación exclusiva del joven no docente para la noble tarea. Hasta que el Museo tuvo al menos la mitad de su acervo en condiciones, se disponía a realizar muestras itinerantes dentro del predio de la FAUBA adornando la recepción de eventos en el Rosedal, Bioquímica y playón del Pabellón Central.

Con motivo del Bicentenario de la Revolución de Mayo en 2010, el histórico Museo se formaliza como institución dentro de la Facultad de Agronomía, creándose por resolución del Consejo el Museo Universitario de Maquinaria Agrícola (MUMaAg), y se nombra al Profesor Adjunto de la Cátedra de Maquinaria Agrícola, Ing. Agr. Mario César Tourn como su Director; al Profesor Titular de la Cátedra de Maquinaria Agrícola Dr. Guido Fernando Botta como subdirector; y al Restaurador – Preparador Sr. Adrián Leonardo Olivieri como Coordinador Técnico.

Tras el hecho pasa a integrar la Red de Museos de la UBA  y participar de los festejos por el Bicentenario de la Patria se realizó, por primera vez en su historia, una exposición de material fuera del predio de la FAUBA para la primera edición de EXPOUBA 2010. Desde entonces se trabaja con objetivos claros y a paso firme dentro de lo que el escaso y casi nulo presupuesto permite contribuyendo firmemente a la educación no formar como menester de todo museo, pero además, en su carácter de Museo Universitario recuperando su actividad académica con sus funciones didácticas al servicio de los cursos de Máquinas Agrícolas.