Resumen ejecutivo

 

La producción de forraje es una de las piezas de información más preciadas y difíciles de conocer o estimar al momento de planificar la producción ganadera. Generalmente, la productividad forrajera suele estimarse a partir de cortes sucesivos de biomasa, una técnica que, por lo laboriosa, rara vez permite contar con datos extensos, tanto en el tiempo como en el espacio. 

 

La información provista por sensores remotos permite estimar casi directamente la proporción de energía solar interceptada por el forraje, la cual está muy estrechamente relacionada con la producción de forraje. El índice Indice Verde Normalizado (IVN) combina la radiación reflejada por la superficie terrestre en dos longitudes de onda que son muy sensibles a la actividad fotosintética de la vegetación. Los sensores remotos no son más ni menos precisos en estimar la productividad del forraje que los métodos de corte. Simplemente, ofrecen dos ventajas fundamentales: la facilidad para abarcar grandes superficies y la posibilidad de repetir las estimaciones en el tiempo sin mucho trabajo adicional. 

 

Debido a que  existe un banco de datos desde que los satélites comenzaron a funcionar, esta herramienta permite estimar la producción forrajera de tiempos pasados. El conocimiento de la producción en el pasado es útil para cuantificar y entender mejor el funcionamiento de los sistemas forrajeros y su respuesta a eventos climáticos como las sequías. El objetivo de este informe es analizar la variación de la produción forrajera de la zona sudoeste de AACREA durante los últimos 20 años.

 

Para esta etapa del convenio, contamos con datos de IVN cada diez días durante casi 20 años con una resolución de 8x8 km o 6400 has. Esto significa que, a diferencia de la etapa anterior, no proveeremos información sobre cada potrero y cada establecimiento, sino que presentaremos información general sobre la variación temporal de recursos forrajeros de la zona. Para ello, identificamos áreas de más de 6400 has que no tuvieran una proporción alta de agricultura (<15%) y que representaran a los tipos de recursos forrajeros más importantes de la zona sudoeste de AACREA. En la zona no existe un área tal que permita estudiar a las pasturas de loma o de rotación. Ellas están incrustadas en una fina matriz de agricultura. En cambio, presentamos resultados para pasturas de agropiro y para tres tipos de campos naturales frecuentemente encontrados en los campos de la zona: campos naturales que cubren un rango de proporción de comunidades sobre suelos alcalinos e hidromórficos.

 

En este informe presentamos, para cada recurso forrajero, las curvas estacionales promedio del IVN, las variaciones extremas del IVN de cada mes, las variaciones interanuales del promedio anual del IVN, un análisis detallado de los valores mensuales del IVN y de las precipitaciones durante años en que se produjeron variaciones extremas, y finalmente, un análisis de las variaciones de producción de forraje de uno de los recursos forrajeros como un ejemplo de transformación de IVN en productividad.

 

Los cuatro recursos mostraron una marcha anual del IVN promedio similar, con un pico mayor en noviembre, un valle en enero, y un  pico menor y más extendido en marzo-mayo. Los campos naturales más alcalinos mostraron  menores valores durante todas las estaciones excepto durante el pico de noviembre. Los pastizales con menores rasgos de alcalinidad, que ocupan planos inundables ("frescos de verano"), muestran mayor IVN que los otros recursos en diciembre-enero. Las pasturas de agropiro y los campos naturales promedio mostraron curvas muy semejantes.

 

La variación entre años del IVN anual mostró dos eventos importantes que consistieron en marcadas reducciones del IVN. Estos eventos tuvieron lugar en los ciclos 1988-1989 y 1995-1996 y fueron diferentes según el recurso forrajero. Las caídas del IVN estuvieron asociadas con sequías récord durante varios meses seguidos. No se observaron años con valores de IVN llamativamente altos.

 

La variación entre años del IVN de meses particulares fue mucho más variable que la variación del IVN anual. Algunos meses, como los otoñales, mostraron variaciones muy fuertes, mientras que otros, como noviembre, fueron muy estables entre años. La variación también fue distinta según el recurso forrajero.

 

La curva estacional de la productividad forrajera de las pasturas de agropiro mostró un solo pico, en primavera, con un ascenso pronunciado desde el invierno y un descenso más gradual durante el otoño. Sin embargo, la curva estacional de la productividad de años particulares tuvo dos picos en la mayoría de las ocasiones. Las variaciones estacionales e interanuales de la productividad fueron mucho más variables que las del IVN.

 

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Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección

Facultad de Agronomía

Universidad de Buenos Aires