La FAUBA firmó convenio con Enel Generación Costanera, la mayor planta termoeléctrica de la Argentina

Buscarán montar una planta de fijación de dióxido de carbono (CO2) con cultivos de microalgas en el predio de la central térmica. El proyecto es desarrollado por integrantes de la cátedra de Química Inorgánica y Analítica, la Colección de Cultivos de Microalgas de la FAUBA (CCM-FAUBA), y el emprendimiento AlgAR.

La Facultad de Agronomía de la UBA firmó un importante convenio con Enel Generación Costanera, la mayor planta termoeléctrica de nuestro país, para ejecutar un estudio de factibilidad y montar una planta de fijación de dióxido de carbono (CO2) con cultivos de microalgas en el predio de la usina termoeléctrica de la empresa.

“Este convenio nos permite cumplir con una de las funciones de la universidad pública, la vinculación tecnológica, que nos da la oportunidad de aplicar las investigaciones que se realizan en el seno de la Facultad directamente a la industria. Nuestros investigadores e investigadoras desarrollan estudios de sumo interés para las empresas y la sociedad en general y nos da satisfacción que pueda llevarse a cabo, en este caso, con un estudio de factibilidad. Gracias a Enel Costanera por permitirnos aplicar los conocimientos desarrollados en nuestra Facultad”, enfatizó la decana de la FAUBA Marcela Gally, durante la firma virtual del convenio.

El gerente general de Enel Costanera, Pablo Gutiérrez, responsable de la operación y mantenimiento de las centrales de Argentina, expresó: “Tenemos que darle mucho valor a esta investigación porque las microalgas están poco desarrolladas, y en el futuro, van a generar muchísimas ventajas a la humanidad. Las microalgas están consideradas un súper alimento y se utiliza en cosmética, en farmacia y en laboratorios. La idea que tenemos con este proyecto enfocado al tratamiento de aguas residuales es un problema que tiene que ver con el agua, con la salubridad, con la higienización, y que además vamos a poder capturar CO2, que va a permitir revertir el cambio climático. En Grupo Enel estamos muy avocados a todo lo que tenga que ver con la reversión del cambio climático y esto nos puede dar posibilidades, espero que sea el primero de muchos convenios que podamos firmar”.

De parte de la Facultad, la investigación es llevada a cabo por integrantes de la Cátedra de Química Inorgánica y Analítica, la Colección de Cultivos de Microalgas de la FAUBA (CCM-FAUBA), y el emprendimiento AlgAR. El equipo está comprendido por Raul Bini y Adelina Nashiro, fundadores del emprendimiento AlgAR e integrantes de la Cátedra, y Agustín Rearte como responsable técnico del convenio, docente-investigador de la Cátedra y director de la CCM-FAUBA. 

Según señaló Rearte, el convenio busca abordar tecnologías para capturar parte del dióxido de carbono emitido por la central termoeléctrica y convertirlo en biomasa de microalgas “susceptible de ser valorizada en el marco de la economía circular”.

“Los nutrientes necesarios para la producción de la biomasa microalgal, además del CO2, serán obtenidos mediante el tratamiento de aguas residuales provenientes de un biodigestor anaeróbico el cual tratará los residuos orgánicos generados por el comedor de la empresa. En principio estamos evaluando utilizar la biomasa de las microalgas para la producción de biogás pero aún no se descartan otras alternativas”, explicó.

Y contó que, actualmente, se encuentran enfocados en el diseño de los reactores de microalgas “y en la selección de la tecnología más eficiente en función de la relación costo/beneficio. Con ello se armará una propuesta formal para solicitar financiamiento para ejecutar el proyecto”.

Además, el investigador aseguró que Enel, la mayor Compañía de energía eléctrica vía procesos térmicos de nuestro país, posee y opera una planta altamente diversificada que aporta alrededor del 8% de la potencia instalada total del Sistema Argentino de Interconexión de energía eléctrica.

El convenio con FAUBA presenta tres ejes centrales: comunitario (aportar soluciones a alguna problemática de la comunidad), académico (desarrollar un estudio técnico que permita el desarrollo de una aplicación concreta en el campo industrial) y ambiental (revalorizar las emisiones gaseosas producto de la generación termoeléctrica con una perspectiva de economía circular).

“Con las microalgas hay mucho futuro, mucho por hacer y en la Argentina hay muy poco desarrollado. Es interesante poder ejecutar estos convenios para salir del laboratorio y llevar a la práctica lo que investigamos en ambientes industriales o en ambientes de interés”, manifestó Rearte.

 

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Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social